Blog
Endometriosis
La endometriosis es la presencia de tejido endometrial funcional fuera de la cavidad uterina. Se la considera una enfermedad misteriosa y enigmática.
Frecuentemente es un motivo de consulta en la población adolescente ya que se produce en ellas dolores pelvianos cíclicos o acíclicos de diferente intensidad y que en ocasiones llevan a la inhabilitación para las tareas habituales, a lo que se agrega en poblaciones de mayor edad trastornos de la fertilidad y todo ello altera la calidad de vida de las pacientes que la padecen.
Se cree que tanto los médicos ginecólogos de atención primaria como los pediatras, clínicos, cirujanos o cualquier especialista que atienda pacientes adolescentes deben tener presente a la endometriosis como responsable de la sintomatología anteriormente cuanto antes se diagnostique y se realice el tratamiento adecuado serán mayores las posibilidades de aliviar el dolor y las posibles consecuencias posteriores sobre la salud reproductiva de las pacientes que la padecen.
Se considera que la endometriosis afecta entre el 10 al 12% de las mujeres en la edad reproductiva. Entre un 40 y 50% de mujeres que consultan por trastornos de fertilidad y de 2 a 3% de pacientes postmenopáusicas.
Así como entre un 47 y 70% de las adolescentes que no responden al tratamiento médico convencional con antiinflamatorios y anticonceptivos orales por un periodo de 3 a 6 meses.
Se ha notado un aumento relativo del porcentaje de pacientes que la padecen y el aumento absoluto se explica por factores relacionados con el primer embarazo en forma tardía, con la disminución de la lactancia con el menor número de hijos, la exposición a contaminantes ambientales, entre otros factores que hacen que las pacientes están más expuestas a un mayor número de ciclos menstruales a lo largo de la vida.
Son muchas las hipótesis propuestas para explicar el por qué se produce la endometriosis, entre las que se han sugerido existe la posibilidad de la diseminación o sea la migración del tejido endometrial por vía sanguínea o por vía linfática o a partir de las células madres del endometrio que se localizan a distancia del útero.
La explicación más frecuente es la diseminación retrógrada o sea un reflujo de ese tejido endometrial que debe salir con cada menstruación pero a través de las trompas de falopio hacia la cavidad abdominal.
Se ha sugerido una predisposición genética a desarrollar endometriosis por el hecho de que la enfermedad puede aparecer con mayor frecuencia en una misma familia.
Hay cierta predisposición innata propia de cada paciente como factores que pueden sugerir la aparición de dicha enfermedad, como también sustancias llamadas disruptores endocrinos que actuarían produciendo una alteración de la función endocrina de la paciente.
El diagnóstico
Es una enfermedad dinámica de evolución progresiva y su diagnóstico precoz nos va a permitir evitar el compromiso tanto sobre la salud reproductiva como sobre el componente psíquico y social de las pacientes que la padecen.
Lo primero es tener en cuenta la sintomatología. El dolor en sus diversas manifestaciones es el síntoma más frecuente y depende de la sensibilidad individual y del contexto sociocultural y familiar de la paciente.
La adolescente con frecuencia presenta dismenorrea, dolor en las menstruaciones, en pacientes adultas, el dolor pelviano crónico, la dispareunia asociado o no a las síntomas vagales.
La dispareunia es el dolor en las relaciones sexuales, puede haber disuria y dolor en la micción.
El dolor lo podemos dividir de acuerdo a la forma de presentación.
Puede ser cíclico ante la dismenorrea o la dispareunia y no cíclico, un dolor pelviano de tipo crónico.
Otro de los síntomas que pueden aparecer pero con menor frecuencia es una fatiga intensa trastornos gastrointestinales, dolor abdominal inespecífico, incremento en las tasas de afecciones alérgicas, cefaleas, trastornos urinarios, febrícula, hipermenorrea o sangrado fuera del periodo menstrual y otros síntomas inespecíficos.
Métodos diagnósticos:
Puede haber métodos NO invasivos en donde el interrogatorio es de suma importancia, como saber qué antecedentes familiares de este tipo de enfermedad están presentes.
El examen físico, clínico y ginecológico,sumado a ecografías ginecológicas, resonancia magnética entre otros métodos.
También contamos con métodos complementarios en el laboratorio como CA 125, y CA 19-9 son sensible y muy poco específico, pero también puede ser utilizados dentro del screening.
Dentro de los invasivos, la laparoscopía es el método de elección para el diagnóstico ya que permite observar en directo las lesiones que se encuentran en la cavidad abdominal, las cuales pueden variar de color de acuerdo a el tiempo de evolución que lleve.
Las rojas activas son las de reciente aparición
Las que son lesiones blancas se las llama cicatrizales porque son más antiguas. Lo que va a permitir a la laparoscopia es tomar una muestra y mandar a analizar a anatomía patológica y de esa manera tener el resultado de la biopsia confirmatoria.
Dentro de las posibles lesiones pueden estar las negras o poco activas que son más oscuras, azuladas y refieren a lesiones mucho más antiguas pero que no han tenido actividad.
Tratamiento
El tratamiento quirúrgico y médico con una supresión ovárica, es de elección, contando para eso con apoyo psicosocial, actividad física y terapias alternativas.
El tratamiento va a depender de la edad de la paciente, la extensión de la enfermedad y la severidad de los síntomas tanto del dolor como el probable deterioro de la función vesical, uretral o intestinal. El objetivo es mejorar la sintomatología es decir el dolor, la infertilidad y todos los síntomas asociados de manera mejorar la calidad de vida evitando la evolución de la enfermedad y su consiguiente agravamiento.
Debemos también focalizarnos en las medidas de prevención para las recidivas y focalizarnos en la parte psicosocial de la paciente.