Blog
Fertilidad y Reserva Ovárica
Fertilidad después de los 40 años.
Retrasar la búsqueda del primer embarazo es una elección frecuente.
Un alto porcentaje de tratamientos en reproducción asistida se realiza en mujeres mayores de 35 años. Si bien está demostrado la disminución de la eficacia reproductiva y una alta pérdida de las gestaciones el envejecimiento ovárico sigue siendo uno de los factores predominantes en pacientes infértiles.
La edad materna se presenta dentro de los factores relevantes como indicador de potencial reproductivo.
Al acercarnos a la cuarta década, la anovulación es más frecuente y corresponde con la etapa denominada de transición hacia la menopausia, siendo múltiples los genes causantes de dicha etapa.
La reserva ovárica es el número de ovocitos presente en el ovario en cada momento del ciclo de la vida femenina. La totalidad de los folículos presentes en los ovarios constituyen cada uno la célula germinal que va a generar la reserva ovárica disponible en cada paciente.
Para su estudio se determinaron las concentraciones plasmáticas de las hormonas FSH LH, AMH y estradiol plasmático, Dosados entre el 2 y el 5to día del ciclo menstrual.
El embarazo después de los 39 años es un factor de riesgo de morbimortalidad materna, perinatal e infantil, con mayor índice de abortos y anomalías fetales, diabetes gestacional, hipertensión y cesárea, entre otros riesgos.
A partir de los 35 años existe un declive de la fertilidad asociado a una disminución en cantidad y calidad de los ovocitos. Por eso es de suma importancia saber en qué condiciones se encuentra tu reserva ovárica para poder hacer un análisis y de esa forma advertir posibles complicaciones a futuro.
La capacidad biológica del ovario está íntimamente relacionada con la cantidad de calidad de su población folicular que va a constituir una característica variable en cada mujer.
El número de folículos del ovario se encuentra inicialmente sujeto a factores genéticos, transmitidos por herencia, que tienen un rol en el desarrollo de ese ovario durante la vida intrauterina.
A medida que transcurren las distintas etapas de la vida de la mujer, existe una disminución progresiva de dichos folículos como resultado de fenómenos fisiológicos, de degradación y muerte celular a través de los cuales se va perdiendo la mayor parte de ellos. La regulación de dicho proceso de apoptosis es dependiente de factores metabólicos propios de cada gónada.