Vaginismo

Estos espasmos o contracciones, hacen que la vagina sea muy estrecha, dificultando o incluso impidiendo, la vida sexual o el examen ginecológico, debido al DOLOR.
En función del momento de su aparición, el vaginismo puede clasificarse en:

Vaginismo primario: la mujer nunca ha logrado mantener una relación sexual con penetración. Suele diagnosticarse en mujeres jóvenes, vírgenes y está más asociado a cuestiones emocionales.

Vaginismo secundario: la mujer ha mantenido relaciones sexuales, con penetración anteriormente, hasta la aparición del vaginismo. Las causas están más asociadas a situaciones traumáticas, llegando a una dispareunia (dolor en las relaciones sexuales) adquirida.

Consecuencias
Ante cualquier intento de introducir algo en la vagina, aparece la contracción involuntaria muscular causando dolor. En estos momentos aparece la frustración

Procedimiento
Luego de la limpieza de la zona de los músculos a tratar, se coloca crema anestésica. Se infiltra la Toxina Botulínica consiguiendo la parálisis muscular de la pared vaginal. Es decir, se consigue una relajación selectiva que permite la penetración. Por más que se dispare la señal, los músculos no responden, no se produce el endurecimiento y la estrechez vaginal de contracción.

Luego del tratamiento se indican pautas programadas para llegar a la penetración y por consiguiente a las relaciones sexuales placenteras. Una vez que esto se logra y la paciente vive su vida libremente, se rompe el mecanismo cerebral que desencadenaba la contracción muscular, y para la fecha en que el efecto de la Toxina Botulínica desaparece, la paciente rara vez necesita una segunda aplicación.

Es un procedimiento sencillo, ambulatorio. Es la misma técnica que se realiza para los músculos faciales en estética, con amplia experiencia en el manejo de la medicación utilizada